Han pasado 24 horas del fiasco rojillo y eso nos ha permitido analizar en frío la situación de los hombres de Mendilíbar. El técnico no es capaz de dar una identidad y estilo de juego a un equipo perdido y sin el empuje de años atrás. Decir que la planificación de la plantilla no fue la más acertada es algo que no coge por sorpresa a nadie, y está repercutiendo en el equipo de manera flagrante.
El inicio de temporada fue complicado, con dos derrotas fuera de casa y una en el Sadar ante el Barcelona siendo perjudicados por el árbitro. Hasta ahí todo bien, había espacio para la comprensión. Después fue el turno del partido ante el Mallorca donde al final empataron los visitantes e incluso pudieron llevarse el partido. Era el primer punto y se quería creer que el equipo ya iría para arriba. Sin embargo en el siguiente partido cayeron con estrépito ante el Real Zaragoza y la crisis se agravaba todavía más. Por suerte, en el siguiente partido se goleó al Levante y, a pesar de un partido sin muchos alardes, se pudo sumar tres puntos de golpe y empezar a creer. Entonces se perdió en San Mamés, se empató en casa ante el Betis y se volvió perder en el Calderón. La situación empezaba a ser demasiado crítica, algunas voces pedían la cabeza de Mendilíbar y los problemas de juego hacian llevarse las manos a la cabeza. Llegaba el Valladolid a Pamplona, partido clave, tres puntos imprescindibles que fueran un punto de inflexión. El equipo fue a por el partido, pero una contra dio el triunfo a los blanquivioletas y puso a Mendilíbar al borde de la destitución. Fue entonces cuando llegó la reacción, victoria en Cornellà, empate ante Málaga y Real Sociedad y otros tres puntos contra el Rayo Vallecano. Los navarros salían del descenso, acumulaban cuatro partidos sin encajar gol y parecía que se había reconducido la situación. Sin embargo la derrota ante el Valencia, el empate en Getafe a pesar del robo arbitral y el encuentro de ayer devuelven a los rojillos al descenso.
Ayer ante el Granada se juntaron todas las carencias que se había ido viendo durante las 16 jornadas anteriores. La línea defensiva no tuvo la regularidad ni la fiabilidad que había demostrados en la racha de imbatibilidad. Los laterales rayaron a poco nivel y sin apenas proyección ofensiva, mientras que los centrales perdían la marca ante El Arabi e Ighalo. El doble pivote volvió a ser un despropósito total. En la destrucción de juego y recuperación de balón bien, sólo faltaría que allí fallaran Loé y Puñal, pero a la hora de iniciar la jugada, o de dar buenos pases para que los atacantes partan con ventaja ante la defensa rival, estuvieron a un nivel muy pobre. La sombra de Nekounam está siendo muy alargada, y es uno de los mayores problemas del equipo. La línea de mediapuntas lleva la irregularidad por bandera, difícil que algún jugador haga dos partidos seguidos buenos, o que esté más de 60 minutos metido en el partido. Además adolecen de llegada a gol, justo lo que el año pasado dio vida a este equipo con un Raúl García que marcó 11 goles. Y en la delantera se echó de menos a ese buen Kike Sola de jornadas atrás. Y no sólo por que no marcó, sino porqué no peleó con los centrales rivales como venía haciendo.
Muchos defectos de golpe que llevaron a los rojillos a sumar su cuarta derrota en un campo que ante era casi inexpugnable. Esperamos que este pequeño parón sirva para que el entrenador vea con claridad la situación, encuentre un medio de motivación y sepa recuperar a los jugadores aprovechables de la plantilla.
Mendilibar el Mouriño vasco.
Esto cada vez huele peor, un entrenador que no reacciona cuando se le complican los partidos, que coloca a los jugadores fuera de su posición habitual y un doble pivote desorganizado que no crea juego y pierde balones a manta.
Vaya 2 partidos para cerrar el 2012. En uno nos roban los 3 puntos y en el otro los regalamos y directos de nuevo a los puestos de descenso.
Nuevo entrenador y algún fichaje es lo que necesita Osasuna. Mendilibar es un alicáncano pasado ya de moda.
Hay jugadores a los que se les suponia una categoría contrastada que no estan dando el nivel para jugar en Osasuna.
Son ya muchos partidos con mal juego. La cosa pinta muy mal.