Osasuna llega al inesperado parón en una cómoda situación en la tabla y con la satisfacción de estar cuajando una gran temporada.
La espectacular pasada campaña, donde los navarros fueron los mejores de Segunda de forma incontestable, unida a unos buenos refuerzos preveían que la temporada podía ser ilusionante. Sin embargo ahí estaba en la retina el último descenso, donde Osasuna no fue competitivo y firmó un horrible rendimiento, con tres entrenadores, malos resultados y sólo 22 puntos. Ganar en la primera jornada, pese a ser inferior al rival, fue muy importante para que el equipo se lo creyera. A partir de ahí se vio un equipo difícil de superar, irrumpió un Chimy Ávila espectacular y los resultados fueron saliendo. Ya asentados en mitad de la tabla, con más del 50% de la temporada consumido, llegó la grave lesión del delantero argentino que generó algunas dudas. Pero ahí estaba el bloque para sacar adelante partidos como el de Bilbao o el último ante el Espanyol.
Con la incertidumbre de que pasará con la Liga, los rojillos pueden estar tranquilos ya que en caso de seguir la temporada la salvación parece encaminada. Si se diera por terminada ahora estarían salvados, y si cogieran la referencia de la jornada 19 también.
Orgullosos a tope, aúpa rojillos!!!