Allá por julio en el primer entrenamiento de Osasuna llamó la atención la presencia de Kenan Kodro. En principio el conjunto navarro incorporaba a dos delanteros, Tamayo y Koné, pero este primero rescindió su contrato antes de llegar a pisar Pamplona.
A pesar de que los rojillos no podían fichar, si que tuvieron permiso de la federación para hacerse con los servicios del canterano de la Real Sociedad por estar sin equipo al haber acabado su contrato. Tenía todavía 20 años y en la pasada temporada había marcado 8 goles en tan sólo 1.200 minutos, no tenía mala pinta viendo los entrenamientos y haría la pretemporada con el primer equipo a pesar de ser fichado para el Promesas. A Urban le gustó desde el principio, y contó con él para los minutos finales de los primeros partidos de Liga. El punto de inflexión llegó en la victoria ante el Tenerife hace dos semanas. Osasuna perdía 1-2 cuando Kodro entró en el terreno de juego, y en los pocos minutos que disputó tuvo tiempo para asistir a Nino en el 2-2 y para marcar en el descuento el 3-2. Eso le sirvió para ser titular ante Sporting y Betis, y en ambos partidos ha jugado a buen nivel.
Es junto a David García y Merino uno de los jugadores del Promesas que están teniendo oportunidades en el primer equipo y, aunque llegó sin hacer ruido, parece que puede ser un futbolista importante este año.
No tiene mala pinta el chico, aunque nada que ver con lo excelente jugador que era su padre.
Me recuerda en muchos de sus movimientos al inicio de Nolito en el Celta de Vigo.
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