Durante toda la temporada Osasuna ha llevado una tendencia algo descendiente, y ha aprovechado su buen inicio para en parte especular con los resultados. Ahora ya sólo queda un partido, y con todo en contra es momento de demostrar que este equipo merece estar en Primera División.
El tremendo varapalo que supusieron las derrotas ante Nàstic y Huesca, sobre todo esta última cuando se tenía el partido encarrilado e incluso se pudo ganar estando con uno menos, dejó a los rojillos fuera de los puestos de playoff de cara a la última joranda. Los hombres de Martín visitan el Carlos Tartiere, un complicado campo y ante un equipo que hasta hace una semana era rival directo. El Oviedo finalmente no podrá estar en el playoff, pero no pondrá fácil a Osasuna lograr el triunfo. Un triunfo que es obligado ya que en caso de empatar o perder los navarros serán matemáticamente equipo de Segunda División. Ya no valen conformismos con empates, dejar escapar partidos controlados, ni caer ante equipos que no merecen llevarse los tres puntos. No hay lugar para el error, es momento de ganar. En caso de obtener los tres puntos, Osasuna deberá mirar el resto de resultados, aunque sabiendo que la mayoría de las combinaciones le darían plaza de playoff.
Si algo bueno tiene el estar contra las cuerdas, es que el golpe de moral que tendrían los rojillos les convertirían en un equipo muy peligroso para las eliminatorias definitivas, en las que de estar bien físicamente determinados jugadores, se podría soñar con estar de nuevo en Primera División.
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