El centrocampista navarro, que no pudo jugar en Leganés por un golpe en la rodilla, ha vuelto a recaer tras sufrir otro encontronazo en el partido ante el Zaragoza. Su participación ante el Córdoba será duda hasta última hora, como ya pasara la semana pasada.
Malas noticias para Osasuna que podría perder de nuevo a su máximo goleador y asistente. Un choque sufrido en la segunda parte en la misma rodilla que tenía dañada hizo saltar las alarmas y, tras ser explorado hoy en la Clínica San Miguel, se ha sabido que sufre un distensión con un edema en las estructuras del compartimento postero-externo de la rodilla izquierda, con afectación del músculo poplíteo. Se ha descartado que pudiera tener dañados los ligamentos o el menisco, lo que le hubiera tenido más tiempo de baja, y trabajará durante la semana para tratar de llegar a tiempo al próximo encuentro.
Y eso que el Zaragoza nos culpaba de jugar muy duro.