La buena situación rojilla invita a creer que el ascenso está muy encaminado, y muchos aficionados se preguntan que coste supondrá al equipo debido a las cláusulas de algunos contratos.
Si Osasuna finalmente lograra regresar a Primera División se vería obligado a ejecutar dos pagos: 500.000€ por Aridane y 2M€ por Brandon. Mientras que podría pagar 300.000€ por Juan Villar si jugara un mínimo de minutos y debería decidir si pagar los 3,6M€ de la opción de compra por Róber Ibáñez. Los dos primeros casos son obligatorios e innegociables. El central canario llegó procedente del Cádiz en el verano de 2017 por 1,5M€ y firmando por cuatro temporadas. Pero los andaluces se guardaron una opción de 500.000€ que cobrarían en caso de que Osasuna ascendiera durante los próximos tres años, sin condicionantes de minutos o partidos por parte del jugador. En el caso de Brandon, que llegó cedido en el verano de 2018 procedente del Stade Rennais, los rojillos deberán ejecutar una compra obligatoria de 2M€ en caso de ascender a Primera división, también sin condicionantes de minutos o partidos por parte del jugador. El caso de Juan Villar sí es diferente, ya que llegó del Tenerife por 850.000€ fijos y una opción de 300.000€ que se ejecutaría en caso de ascender y de que el jugador disputara al menos el 60% de los minutos. Por tanto, al existir ese condicionante, es casi seguro que no se vaya a cobrar debido a que debería jugar prácticamente todos los minutos de aquí a final de Liga y parece improbable que eso vaya a suceder. De hecho en la próxima jornada podría darse de forma matemática que ya no llegar a a ese límite. Por último está la opción de Róber Ibáñez, cedido por el Getafe, que volvería al conjunto madrileño pase lo que pase con el ascenso o sus minutos jugados. Los 3,6M€ son una opción de compra al uso, que el club podría ejecutarla o no libre e independientemente de lo que pase de aquí a final de temporada. Su rendimiento está siendo bueno, pero quizá parezca alta para que se lleve a cabo.
Por tanto, en caso de ascender Osasuna deberá pagar seguros 2,5M€ por Aridane y Brandon, mientras que se ahorrá los 300.000€ de Juan Villar y deberá decidir si ejecuta la opción de compra de Róber Ibáñez. Paralelamente, se verán aumentadas prácticamente todas las cláusulas de rescisión de los jugadores de la plantilla.