Para celebrar el décimo aniversario de elSadar.com empezamos con una entrevista a uno de los mejores delanteros rojillos en este Siglo. Iván Rosado fue clave para que Osasuna regresara a la máxima categoría y, sobre todo, para que lograra la primera permanencia que luego llevó al equipo a estar 14 años en Primera División. Sus 14 goles en la 00/01 son la mejor cifra de un delantero rojillo en Liga desde hace más de 40 años y vivió temporadas mágicas con la de la final de Copa del Rey.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con él para que nos recuerde su paso por Osasuna y como ve en la actualidad a los rojillos:
Han pasado muchos años, pero la inmensa mayoría del osasunismo te tiene un cariño especial. ¿Qué se siente?
Estoy muy orgulloso de ser parte de la historia de un club con tanta solera y tradición en el fútbol español. Si encima tengo vuestro cariño y respeto… ¡¡que puedo pedir más!! Sólo hice mi trabajo, pero inmensamente agradecido.
Es absolutamente recíproco el cariño y respeto que tenemos mi familia y yo por Osasuna, Pamplona y Navarra.
Tu llegada fue clave para el ascenso, con 11 goles en media temporada.
El acierto fue verdaderamente de los que decidieron ficharme, Lotina, Martín González y D. Javier Miranda.
Tuve la suerte de llegar en el momento justo que el equipo empezó a despegar desde mitad de tabla y aprovechar las oportunidades que me dio el mister. Fueron goles que supusieron puntos, pero gracias a los pases de mis compañeros, sin ellos imposible, Alfredo, Puñal, Alfonso, Arpón, Álex Fernández, Trzeciak…
En ese momento era un equipo joven, sin quizá mucha experiencia en la máxima categoría, pero años después muchos jugadores de aquella plantilla (canteranos y fichajes) sumaron muchos partidos en Primera División. Era un buen bloque.
Quitando al bueno de Cuco, casi nadie tenía experiencia. Al final logramos con mucho sufrimiento el objetivo. Esos años tan difíciles es cuando te das cuenta de lo importante que es la afición de Osasuna, ellos nos ayudaron y fueron muy importantes para cumplir el objetivo.
Y Lotina un entrenador que, aunque años después protagonizó muchos descensos, venía ya de ascender al Numancia e hizo lo propio con Osasuna.
Eso es, venía de ascender. Lotina es un gran entrenador. Luego la vida tiene esas cosas pero me quedo con sus éxitos que son muchos.
Con el ascenso había una opción de compra de 200 millones de pesetas. A pesar de tu espectacular rendimiento Osasuna no la pagó, y negoció logrando tu fichaje por debajo de los 90 millones. ¿Cómo se vivió ese espacio de tiempo? por qué al Rayo no querías volver, tenías claro seguir en Pamplona.
Primero decir que la familia Ruiz Mateos se portó conmigo excelentemente bien. No es que yo no quisiera seguir en el Rayo, sino que lo más conveniente para todos, al continuar el mismo entrenador en Vallecas, era no volver. Ante esa situación Osasuna esperó un tiempo para negociar esos 1,2M€ y poder obtener una rebaja que le venía muy bien para sus arcas. Me transmitieron que querían ficharme y estaban dispuestos a pagar la cláusula, negociaron bien y creo que obtuvieron una rebaja interesante.
Fue un año difícil, con tramos de temporada de sufrir mucho, y al final se logró la tan ansiada permanencia. Además con gol tuyo. ¿Cómo fue ese año y qué recuerdas del momento del gol y la permanencia que todo el mundo la daba por ‘segura’ pero no era nada fácil?
Año muy bonito y duro a la vez. Bonito porque era la primera experiencia en Primera, maravillosa. Pero duro porque redundando en esa inexperiencia tuvimos que sufrir mucho y cada punto nos costaba la misma vida. Yo tuve la suerte de meter el gol en Anoeta, pero la permanencia nos la ganamos en las 38 jornadas.
A nivel personal diste un rendimiento espectacular, y es que tus 14 goles son la cifra más alta de un jugador de Osasuna en Liga en los últimos 42 años. ¿Eres consciente de ese hito?
Fue mi mejor año a nivel goleador en Liga. Me dijeron que desde el gran Sabino Andonegui nadie había conseguido meter 14 goles en Liga en una misma temporada. Y mira los grandisímos jugadores que han pasado por El Sadar, como Ostívar, Iriguíbel, Martín, Echeverria, Robinson, Cuco, Urban, Soldado, Pandiani, Milosevic, Aloisi…
Vuelvo a insistir gracias a los pases de mis compañeros.
Hubo un tramo de temporada que marcaste 8 goles en 8 partidos, cuando el equipo comenzó a ascender en la tabla. En ese momento de los delanteros más en forma de la Liga por delante de internacionales.
Sí, ¡¡qué recuerdos!! Recibí un premio del Marca como mejor jugador mes de marzo, y otro de igual características del mes de abril de Estudio Estadio. Quien me lo iba a decir a mi. El equipo mejoró en todas las facetas del juego y tuve la suerte de estar acertado.
Y podían haber sido más con penaltis, pero fue un año difícil desde los once metros para casi todos los especialistas. Casi se marcaba más de jugadas de córner que desde los 11 metros.
Sííí, pero al final no hubo que lamentar ningún fallo desde los 11 metros, conseguimos los puntos justos para permanecer en Primera División.
¿Quién te parecía el jugador de más calidad en aquellas plantilla?
Tuve unos compañeros fantásticos en todos los sentidos. Sería injusto que destacara alguno en concreto. Unos destacaban por su habilidad técnica, otros por su entrega, pero todos dimos el máximo de nuestras posibilidades.
El Sadar fue también clave en aquellas temporadas, como empuja la afición.
“Ojú, esta semana vamos al Sadar”, eso es lo que piensa la mayoría de los equipos cuando van a Pamplona. Y mucho de esa expresión es por la afición que tiene Osasuna, que es exigente (como debe ser), pero luego apoya y levanta al equipo en los momentos claves. ¡¡Son incansables!!
Recuerdo dos anécdotas. Una tus supersticiones, girando las gomas del final de las mangas por ejemplo, y otra que tu padre te iba a ver a todos los partidos desde Huelva, la de kilómetros que haría. Háblanos de ellas.
Bueno solía jugar en mangas cortas y con guantes cuando hacía frio. Más que eso tenía obsesión con entrenar (puesta a punto) por la mañana el día de partido. Una carrerita y unos largos a “medio gas” para despertar el cuerpo y activarlo.
Mi padre me seguía con mucho entusiasmo ya que me ayudó mucho para llegar a ser profesional. El fue entrenador y preparador físico en él Recreativo de Huelva, en el Real Murcia, en la selección de Honduras… tenía mucha experiencia. Hizo muchos kilómetros, pero con gusto. Vibraba cuando iba al Sadar. Estaba enamorado.
Uno de tus goles más recordados fue el que marcaste en el Calderón en el centenario ante el Atlético. Con ellos como favoritos, el campo lleno, hasta el ahora Rey en el palco. ¿Supo especialmente bien ese tanto?
Lo mejor del gol del Centenariazo fueron los 3 puntos que nos llevamos a Pamplona. Centenario, Príncipe, mucha celebración… creo que el entrenador era El Sabio Luis Aragonés, pero al final la alegría nos la llevamos nosotros.
Tu final en Osasuna, ya con Aguirre, no fue fácil. Comunicó que no contaba contigo e incluso te quitaron el dorsal 9 para dárselo a Milosevic. Tuviste que coger el número 4. Sería una situación muy dura.
Sólo quiero recordar lo bueno, lo positivo. No le guardo rencor a nadie. Sería vivir condenado de por vida. Al revés, agradecido por todo lo vivido, y lo menos positivo me hizo ser más fuerte y ayudarme a crecer para el resto de mi vida. Le deseo lo mejor a Aguirre, le he felicitado por su campeonato en México.
Mientras sucedía todo esto, la afición seguía apoyándote.
Sí, como digo la afición se portó conmigo de manera increíble.
Ahora que no nos escucha nadie, te voy a decir un secreto. Sólo tengo una espinita clavada en mi corazón y es que “NO PUDE DESPEDIRME DE LA AFICIÓN EN EL CAMPO”.
En tu última temporada los rojillos llegan a la final de Copa del Rey, perdiendo en la prórroga. Se escapó una oportunidad histórica, pero la experiencia sería bonita.
Así es, se escapó en la prórroga. Fue una pena. Yo jugaba muy poco pero hasta el último entrenamiento en el Calderón, te aseguro, que lo intenté. Quería demostrar que tenía que estar convocado, como siempre hacía, me comía el balón, recuerdo ese entrenamiento como si fuera ayer, ¡¡parecía un Miura!! Pero no pudo ser, no tuve la suerte de participar. Al final un gol de Dani nos privó de darle a Osasuna un título que creo que hubiera sido también merecido.
¿Cómo ves la delantera actual de Osasuna?
Fantástica, tiene unos delanteros muy buenos. Tienen espíritu de sacrificio, de equipo, como debe ser. Trabajan por y para el equipo. Buen juego aéreo, valientes, dominan ambas piernas, con gol…
Este año con los números que hay parece difícil que alguno llegue a tus 14 goles. ¡Parece que no va a llegar nunca nadie!
Ya verás como sí llega alguno, más pronto que tarde. Si es verdad que han pasado 20 años de esos 14 goles, pero no me importa que me pasen, son muy buenos, ley de vida.
Para acabar, cuéntanos que haces ahora.
Viendo mucho fútbol, sigo formándome, en constante aprendizaje. Atento por si saliera la oportunidad de poder entrenar y expresarme como técnico, creo que tengo buenas cualidades. Pero no tengo obsesión porque llegue, si tiene que llegar estupendo y sino será que Dios no lo tiene en mi camino.
Gracias, y mucha salud para todos!!!!
*Queremos agradecer a Iván Rosado su buen predisposición y facilidades que nos ha dado para poder realizar la entrevista.
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uno de los jugadores de mi infancia, el mejor goleador.
Un crack!!!!
Un maquina Iván Rosado!!!
Q buenos recuerdos nos dejó en su paso por Osasuna.