Osasuna ya tiene nuevo delantero tras la grave lesión del Chimy Ávila. Los rojillos han firmado al catalán de 33 años, que llega procedente Getafe en calidad de cedido.
A pesar de que la llegada de Gallego se venía comentando desde el inicio del mercado de invierno, se había enfriado en los últimos días y su destino iba a ser el Rayo Vallecano, que estaba dispuesto a pagar más de 3M€ fijos. Sin embargo la rotura de Ávila ha obligado a retomar la operación y acelerarla, hasta el punto de que ya no llegará cedido sin más, sino que lo hará a préstamo pero con una cláusula por la cual los navarros estarían obligados a ficharlo a final de temporada a cambio de 2M€ si se logra la salvación. En ese caso, firmaría hasta junio de 2022 y se pagaría 1M€ por cada campaña que se lograra la permanencia en ese periodo, además de 500.000€ si marca 10 goles o más en alguna de esas dos campañas, pudiéndose pagar un total de 4,5M€. La cláusula de rescisión que figurará en su contrato no ha sido revelada.
Su trayectoria es una de las más sorprendentes en los últimos tiempos, no siendo profesional hasta prácticamente los 30 años. Tras marcar 60 goles en Segunda B le llegó la oportunidad de jugar en la categoría de plata con el Extremadura, donde firmó 15 tantos en 19 partidos, lo que hizo que el Huesca le fichara para Primera por 3M€. En el conjunto oscense, haciendo pareja precisamente con el Chimy Ávila, marcó 5 goles en media temporada, lo que valió para que el Getafe pagara 6M€ por él en verano. Con los azulones ha jugado 9 partidos entre Liga, Europa League y Copa, sin llegar a marcar.
En el equipo madrileño no ha tenido apenas oportunidades, estando tapado por Jorge Molina, Ángel y Mata. Ahora en Pamplona busca relanzar su carrera a pesar de que cumplirá 34 años en septiembre.