Apenas ha pasado el ecuador del mes de septiembre y ya llegan las urgencias a Osasuna. El conjunto rojillo ha firmado el peor arranque de su historia y no da la impresión de poder levantar el vuelo en los próximos partidos. El próximo viernes en el Sadar están obligados a lograr los tres puntos ante el Elche.
Sobre el terreno de juego de Getafe se vio a un equipo sin alma, sin mordiente y que no era capaz de dar seguridad atrás. Exactamente las mismas sensaciones que había dado el equipo de Mendilíbar, demostrando que por cambiar de entrenador un equipo no se convierte en otro en tan sólo diez días. Javi Gracia aludió a la forma física para, en parte, excusar la derrota de Osasuna. Está claro que hay mucho trabajo por delante y que tiempo hay de sobra para lograr el objetivo. Pero todo lo que no sea ganar en casa ante un rival directo por el descenso sería un tremendo varapalo para el conjunto navarro.
La pérdida más importante en la plantilla fue la de Kike Sola, máximo goleador, siendo el resto de bajas decisión del club. Por tanto, se considera que se tiene al menos una plantilla del mismo nivel que la de la temporada pasada tras haber realizado cuatro incorporaciones. Se ha tratado de mejorar la defensa con los fichajes de Lotiès y Joan Oriol, y casualmente es la línea que peor está con respecto al último campeonato. Los navarros han pasado de ser uno de los equipos menos goleados de la Liga, a ver como encajan goles y sufren atrás por errores defensivos imperdonables. Además, en ataque se sigue teniendo el mismo problema de años atrás, ya que apenas se llega al área rival con opciones de marcar. El equipo no genera peligro real salvo en alguna jugada puntual. En Getafe sólo se tuvieron dos minutos, con dos disparos de Roberto Torres, en los que se llegó al área rival con opciones de marcar.
Una de las razones del bajón de nivel que está sufriendo Osasuna, es el rendimiento que ofrecen algunos de sus puntales de la temporada pasada. Arribas está irreconocible y no es el cerrojo de la temporada pasada. Armenteros, que ya fue irregular el año pasado, aparece con cuentagotas y apenas se asocia con el resto de atacantes. En el centro del campo se echa de menos al ‘Gato’ Silva del pasado curso, que se multiplicaba en la zona ancha recuperando balones y distribuyendo el juego. El nuevo entrenador debe recuperar a estos jugadores, conseguir que los nuevos empiecen a sumar ya y obtener el máximo rendimiento de su plantilla.
El arranque de esta temporada es penoso. Ya pueden espabilar, porque nos vamos directos a segunda.
Parecemos ahora mismo un equipo de chiste, tipo Real Zaragoza.
Ganando al Elche y empatando en el Calderón la cosa puede tener arreglo.
Así no se puede seguir. Si la directiva no está preparada para este proyecto de permanencia que se vaya pero ya.
Pero que le pasa a este Osasuna. Es incomprensible la baja forma de algunos jugadores.