Iván Zamorano ha sido uno de los mejores rematadores que hemos visto en España, todo un depredador del área, y uno de los máximos goleadores de la primera mitad de los 90, llegando a alcanzar los 98 tantos en Liga. Pocos estadios se le resistieron al delantero chileno, uno de ellos fue el Sadar.
Además de no marcar en Pamplona, tampoco fue capaz de llevarse el triunfo ni con Sevilla, ni con Real Madrid, curiosamente los dos próximos rivales del equipo de José Luis Mendilíbar. En su primera visita en 1990 los andaluces perdieron 1-0 con gol de Jan Urban. Zamorano poco pudo hacer por su equipo y fue sustituido en el minuto 75. En 1993 volvió a visitar el estadio rojillo, esta vez con la camiseta del Real Madrid, y tampoco fue capaz de marcar a pesar de ser una de sus temporadas más prolíficas con 26 goles en Liga. El partido acabó en empate a cero y el chileno fue también sustituido, Juan Eduardo Esnaider entró por él en el minuto 78.
Poco después llegó el descenso de los navarros y ya no hubo lugar para una nueva visita de Zamorano, quien seguro que recuerda el Sadar como uno de los campos más difíciles donde ha jugado a lo largo de su carrera.
Un cazagoles así necesita fichar Osasuna en el mercado de invierno y alguien que meta balones a los delanteros en vez de tanto doble pivote.