La cantera de Tajonar, afortunadamente para Osasuna, es una de la más prolíficas del fútbol español. De ella salen jugadores internacionales, pero también rojillos de cuna que acaban sus carreras en El Sadar.
Para el conjunto navarro ambos tipos de canteranos son importantes, ya que unos llevan el nombre del club por todo el mundo, suponen traspasos vitales, dejan mensajes de ánimo y son un orgullo para la afición. Esta mañana conocíamos la noticia de que Monreal firmaba por la Real Sociedad, lo que aleja su regreso a Osasuna. Es un canterano del primer tipo que comentamos, de mucha proyección, que dejan dinero en caja, pero que salen jóvenes y casi nunca vuelven. Luego hay otros, quizá tan valiosos o más para el club. Como son los Cruchaga, Puñal, Oier o el protagonista ante el Barcelona: Roberto Torres. Se ha cansado de decir que se quiere retirar como jugador de Osasuna. Dejando a sus espaldas cientos de partidos y decenas de goles, renovaciones a la baja en malos momentos económicos, ofertas que prácticamente ni escuchan y ayudando a que su equipo vuelva a Primera y haga historia en ella. Cosas que sólo se pueden agradecer.
Es respetable que cracks como Monreal o Raúl García quieran seguir ganando millones de € lejos de Pamplona. Pero el que va a defender el escudo de Osasuna en el centenario del club es Roberto Torres. No olvidemos valorar a estos jugadores.