El jugador chileno ganó por segundo año consecutivo la Copa América, esta vez no fue titular, pero sí fue vital ya que transformó el penalti decisivo que dio el título a su país.
A pesar de que el centrocampista dejó de pertenecer a Osasuna el pasado verano tras ser traspasado a los Jaguares de Chiapas, cabe recordar que los rojillos se guardaron un 50% de un futuro traspaso, y que además el equipo mejicano está denunciado por impago. Todo esto, unido a la revalorización que pueda tener el jugador, pueden ser buenos para el cuadro navarro ya que una posible venta haría ingresar una cantidad importante de dinero por un futbolista que ya no pertenece al club.
Su vuelta en cambio sería más complicada, ya que habría que llegar a un acuerdo económico con el propio Silva que seguramente no estará dispuesto a tener una ficha acorde con la nueva situación del club.
No nos vendría mal el Gato Silva. Siempre mejor jugar en España que en México.