A prácticamente una semana para el final del mercado de fichajes, Osasuna tiene su plantilla cerrada salvo sorpresa de última hora.
Este año se ha optado por la continuidad, manteniendo a los mejores jugadores y perdiendo del equipo titular únicamente a Estupiñán, que lo recuperó su club de origen aprovechando la cláusula que había a mitad de cesión. Su marcha y la grave lesión del Chimy Ávila obligaron a realizar dos fichajes, habiendo un total de cuatro incorporaciones, la cifra más baja en años. En el club gustaría conseguir a otro lateral izquierdo, que compita con Juan Cruz, pero el poco espacio salarial restante está complicando mucho esa tarea. Sólo podría llegar un jugador sub-23, que pudiera tener ficha del filial, pero a su vez debe ser competitivo. Para ese puesto se tenía hecho a Manu Sánchez, al que todavía no se descarta, pero ahora mismo la operación está enquistada. En caso de no llegar él, seguramente no llegue nadie más. De ahí que los jugadores que están ahora mismo a las órdenes de Arrasate sean probablemente con los que cuente esta campaña y se de el mercado casi por cerrado.
La llegada de Lucas Torró ha completado un centro del campo que ya funcionó la pasada temporada. Jony da explosividad al ataque y abre mucho más el campo. Calleri ocupará el puesto del Chimy Ávila, aunque es otro tipo de jugador. Y Juan Cruz es el nuevo dueño de la banda izquierda, con otras condiciones diferentes a las de Estupiñán, pero igualmente un lateral que da muchos pases de gol. Además se ha fichado para el Promesas a Saverio y Córdoba, que de momento están en dinámica del primer equipo.