El partido ante el Sevilla era complicado de plantear debido a las numerosas bajas que había en el equipo rojillo. El técnico navarro apostó por cambiar el doble pivote y situar a Silva en la banda derecha, y el resultado no fue positivo.
La pareja de mediocentros formada por Puñal y Lolo reduce la creación y abarca menos terreno de juego. Osasuna se vuelve un equipo más plano y empeora sus transiciones. Además se vio que el chileno no estaba cómodo en banda ya que no podía participar en el juego como a él le gusta, no desbordaba y pasaba problemas evitando las carreras del lateral izquierdo. Otra decisión que no resultó fue la de poner a Torres caído a banda izquierda para mantener a De las Cuevas como mediapunta. Es cierto que donde mejor ha rendido el alicantino desde la llegada de Gracia ha sido por el centro, pero siendo el único extremo disponible debía haber jugado en banda. Así Roberto Torres no se hubiera visto relegado a una posición que casi le costó su puesto en la plantilla el pasado año.
No sabremos que habría pasado sin la expulsión, pero lo que se vio en los 33 minutos con once jugadores no parecía ser la idea que tenía Javi Gracia cuando planteó el encuentro.
Totalmente de acuerdo.