Los capitanes exigen respeto

Osasuna está viendo esta temporada como se suceden los errores arbitrales en su contra. Algo que se repite año tras año y nadie se explica el porqué. Muchos jugadores se quejaron en la zona mixta por esta circunstancia. Dos de ellos, los capitanes del equipo, fueron claros y reivindicaron el respeto que se merecen.

El conjunto navarro está pasando una de sus peores crisis de resultados y juego de estos últimos años. Todo esto se acentúa por las decisiones arbitrales que están terminando de apuntillar a los rojillos. Existe la leyenda de que lo que un día te quitan, otro día te lo darán, pero todo el que siga la actualidad de Osasuna sabe que eso es una leyenda. Por eso tanto Mendilíbar, como Flaño y Puñal han dado un paso adelante y han protestado una vez más. El central rojillo realizó autocrítica sobre el equipo y admitió tener que mejorar para sacar esto adelante antes de opinar sobre los colegiados: «Llevo nueve años como profesional y no tenemos el respeto de los árbitros, es una evidencia y ya está bien de que sea tan fácil pitar a Osasuna y anular un gol cuando nos jugamos la vida. Intentaremos tomar medidas porque esto no puede seguir así». Alto y claro estuvo Flaño, no menos que el capitán Patxi Puñal: «Reivindicamos el respeto que nos merecemos como institución y nosotros en el campo. No hacemos nada con que vayan a la nevera. Estamos peleando por lo nuestro y nos merecemos un respeto«.

Si algo podemos sacar en claro de todo esto, es que después de tantos errores ya no se puede creer que sea casualidad. Por alguna razón los navarros cuentan con que tienen que hacer más puntos cada temporada para conseguir su objetivo, y eso es una situación que debe cambiar.

2 comentarios

  1. Josemari says:

    La afición de Osasuna también necesita respeto por parte de los jugadores de Osasuna que llevan toda la temporada sin dar la talla.

  2. Para que nos respeten tenemos que ser más valientes sobre el terreno de juego e ir a por los partidos. Cuando se juega za empatar casi siempre se pierde y eso fue lo que pasó ayer en Sevilla.

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