Luces y sombras

Una vez disfrutada y madurada la goleada de Osasuna, llega el momento para el análisis. Con la necesidad existente de una victoria y los goles finales, el partido acabó en una especie de éxtasis que sobremotivó a todos un poco. La última media hora de partido fue buena, pero la primera parte estuvo llena de lagunas de juego y de errores por corregir.

El trabajo en la destrucción de juego del rival fue sobresaliente concediendo al Levante un sólo remate a puerta. Es fundamental para Osasuna defender bien y cimentar sus triunfos desde atrás. La creación de juego siguió siendo una de las asignaturas pendientes del equipo y las buenas jugadas de ataque tardaron en llegar. El doble pivote formado por Timor y Annan era prácticamente inédito hasta el momento y es que, en seis partidos, se han alineado cinco parejas diferentes. El ghanés fue el mejor rojillo en el primer tiempo, cuando peor estaba el equipo, siendo todo un pulmón en la parcela central y recuperando muchos balones. A Timor le costó más de la cuenta empezar a enlazar con los de arriba, y es que su inicio dubitativo y con muchas pérdidas, dio paso a un jugador más descarado, buscando el remate de lejos e incluso marcando gol desde el punto de penalti. Oier y Arribas lideraron la defensa y cuajaron un notable partido. El central madrileño está siendo uno de los más destacados en este inicio de Liga y parece un digno sucesor de Sergio. Por su parte el navarro, que ha alcanzado su madurez futbolística, cumple en la posición que se le ponga y ofrece una fiabilidad digna de elogio. Cuando se recupere Bertrán, uno de los indiscutibles del equipo, habrá lugar para el debate, pero de momento disfrutemos de Oier. Lolo y Nano cumplieron bien, aunque da la impresión de que podían haber ofrecido más y quizá sean los más sustituibles hoy por hoy.

En la zona de ataque se vieron las cosas más positivas del partido, y eso que Armenteros y Cejudo están formando una sociedad muy interesante, lo que unido a un incansable Nino, dio lugar a buenas combinaciones en área rival. El argentino está siendo el más destacado del equipo en estos tres partidos en los que suma dos goles y una asistencia. Su buen juego entrelíneas, capacidad asociativa y llegada pueden dar muchas alegrías a los navarros. Cejudo está también en uno de sus mejores momentos desde que llegó a Pamplona. Su movilidad hizo daño a la defensa rival y propició el 1-0 con un buen desmarque y remate al palo. Quien menos destacó fue Llorente, que no fue capaz de superar a Ballesteros y David Navarro y, en su única ocasión, remató blando al cuerpo de Munua. Fue sustituido por Kike Sola que sí dejó una buena impresión en los pocos minutos que jugó provocando un penalti en una gran jugada individual.

El resumen es que la victoria fue importantísima, las impresiones finales muy buenas, pero que el equipo sigue en descenso y tuvo muchos minutos de mal juego. Hay que empezar a hacer daño al equipo rival antes, sobre todo en los partidos en el Sadar, aunque ahora que parece que se han encajado las piezas del puzzle, seguramente será más fácil. El doble pivote sigue siendo uno de los quebraderos de cabeza de Mendilíbar, y es que después de muchos intentos fallidos, ha dado con una pareja que convence justo antes de la vuelta de Puñal, por lo que lo lógico es pensar que volverá a haber cambios en esa zona del campo.

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*Foto diariodenavarra.es

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