Tras el flamante fichaje de Budimir por 8M€, la tesorería rojilla y el límite salarial van a quedar más ajustados, por lo que habrá que gastar menos en otras posiciones.
Una de ellas será seguramente el cuarto delantero, quedando en el olvido opciones como la de traer de vuelta a Calleri o fichar a otro ariete. Con Chimy Ávila recuperado, Kike García fichado y Budimir de nuevo en plantilla, quedaría una vacante en el ataque que podría ser para alguno de los delanteros que tienen contrato: Enric Gallego, Cardona, Brandon y Barbero.
Enric Gallego: Es el único que estuvo en plantilla en la 20/21, por tanto a priori debería partir con ventaja ya que era el que más gustaba a Arrasate. Sin embargo su campaña no ha sido especialmente buena, bajando mucho su participación y sin llegar a marcar en Liga. Además está el condicionante de su contrato, que tiene un coste de 1M€ extra si está en plantilla y los rojillos logran la salvación. Con buen cartel en Segunda, lo más sensato parece que sería una salida.
Cardona: El catalán también comenzó la temporada con Osasuna, de hecho jugó los tres primeros partidos de Liga hasta que entró en la operación de Budimir, por tanto no disgusta al cuerpo técnico. Pero su año en Mallorca que tenía que haber sido un paso adelante, finalmente ha sido un paso atrás. Ha jugado poco y marcado dos goles, aunque es cierto que tuvo muchos problemas físicos. Por edad, contrato y experiencia en Primera podría ser la opción lógica, pero también tiene mercado en Segunda y no se podría descartar un traspaso para recuperar parte de lo que costó.
Brandon: Es el que menos ha jugado esta temporada, comenzando lesionado, saliendo en el mercado de invierno al Leganés donde no ha tenido oportunidades. El cambio de entrenador en el equipo madrileño resulto fatal para él, y no parece haber hecho méritos para seguir en plantilla. Le resta un año de contrato, y sería toda una sorpresa que siguiera en el equipo o se recuperara parte de lo invertido en él. Aunque claro, si el resto salen traspasados una opción siempre puede ser aprovechar ese año de contrato para tratar de recuperarle en el rol de cuarto delantero.
Barbero: Es el más joven y el que menos experiencia tiene en la élite. Con una trayectoria discreta, pero que en teoría debería ir creciendo, puede ser una opción por salario y potencial. Es cierto que su año en Alcorcón no ha resultado tan bueno como se podía esperar, con dos goles y sin hacerse con la titularidad. Pero el club cree en él y en sus condiciones, así que no se podría descartar ver salir a los otros tres delanteros para recuperar dinero y quitarse fichas, y que se quede Barbero para seguir su progresión.
Como se puede ver realmente ninguno tiene grandes opciones de quedarse, todos tienen algún pero, aunque para el rol de esa posición lo lógico sería apostar por uno de ellos. Más allá de los gustos, el mercado puede ser el que decida quien sale y quien entra.