El conjunto navarro sigue trabajando en la planificación de cara a la próxima temporada, tanto del primer equipo como del filial, que militará en Segunda B.
Una de las tareas pendientes era solucionar la situación de Barbero, que fue clave en el ascenso del Promesas con un hattrick en el partido decisivo ante el Cádiz B. El delantero de 20 años llegó a Osasuna en 2017, firmando un contrato de dos temporadas con otras dos opcionales. El club no ha ejecutado esa cláusula unilateral y ha renegociado las condiciones, ampliando esas dos campañas, pero guardándose otros dos años extra de contrato hasta 2023 que podrían ejecutar. Por tanto, se amplía su compromiso con el prometedor delantero que, a pesar no tener un buen primer año en el que no consiguió marcar, se siguió apostando por él esta campaña en la que ha marcado 19 goles claves para lograr el título en Tercera y el ascenso a Segunda B.
Realizará la pretemporada y entrenará con el primer equipo, aunque formará parte de la plantilla de Osasuna Promesas. Su cláusula será de 2M€, que se ampliarán a 8M€ si forma parte de la primera plantilla.