Las pruebas realizadas al portero titular de Osasuna han descartado una lesión en el ligamento cruzado anterior, por lo que afortunadamente se descarta la más grave de las opciones.
Aun así estará de baja cerca de dos meses, quedando pendiente de evolución, debido a un esguince de grado II en el ligamento lareal interno con edematización del mismo por el golpe sufrido ante el Getafe. Rubén comenzará la recuperación, aunque el club informa que es poco probable que pueda volver a competir en lo que queda de 2019, significando que se perderá varios encuentros.
Se presenta una oportunidad para Sergio Herrera y Juan Pérez, hasta ahora segundo y tercer portero respectivamente.