El 18 de agosto daba comienzo el campeonato para el conjunto navarro y las ilusiones no eran máximas, pero no se esperaba llegar a este parón en un situación así. El Sadar ya no es un fortín, la defensa tiene fallos imperdonables y en ataque no llegan los goles.
Se habla de que Osasuna ha mejorada en la transición de balón, se afirma que hay más toque y mejor trato de la pelota que la temporada pasada. Dando por hecho estas premisas, que para nada comparto salvo en algún tramo del partido de Anoeta, la realidad es que cuando se toca, es lejos del área rival. En la pasada Liga, los navarros eran uno de los equipos mejor estructurados defensivamente, estando su problema en la zona de ataque. Este año siguen sin acierto de cara a gol, pero la defensa ha empeorado en exceso. Inexplicablemente, algo ha cambiado atrás y los errores se suceden con pérdidas de balón, jugadores mal colocados, que llegan tarde al espacio, realizan malos despejes y se dan situaciones de inferioridad ante el ataque rival. Su colocación tan lejos del área fue un problema en los inicios de Mendilíbar, pero después se había aprendido a jugar así. Sin embargo, este año está siendo un suicidio que la línea de cuatro esté tan adelantada, con tantos metros a su espalda.
En el doble pivote sigue existiendo un grave problema a la hora de encontrar una pareja que aporte regularidad. Que Puñal, a sus 38 años, sea indiscutible explica como están el resto de jugadores para esa posición. Silva no está rindiendo como el año pasado, Raoul Loé no termina de explotar, Oier no deja de ser una opción puntual y Lolo, que se encuentra lesionado, nunca ha sido una opción de más de cinco partidos consecutivos. La opción de Torres en ese puesto, algo que muchos veríamos con buenos ojos en determinados momentos, es algo que el técnico no contempla. La línea de mediapuntas sigue siendo de luces y sombras. Jugadores de calidad, que dan la impresión de que pueden hacer más y que combinan mucho, pero casi siempre en horizontal. Parece mentira que atacantes como Armenteros, Cejudo, Sisi o De las Cuevas no tengan más profundidad y generen más peligro. Roberto Torres ha sido la única noticia positiva de la segunda línea, y eso que sigue jugando poco y cayendo a banda izquierda.
La delantera sufre el mismo mal que las últimas temporadas. Los delanteros no disponen de balones claros para el remate, para poder entrar en juego se ven obligados a abandonar su posición, y eso genera centros fáciles de despejar para los centrales rivales. El trabajo físico que realizan no suele servir para nada ya que no obtienen ventajas en jugadas que puedan acabar en gol.
A pesar de lo negro que se ve el futuro de los navarros, quedan pequeñas esperanzas. Andrés sigue siendo uno de los mejores porteros de la Liga, Arribas, que a este nivel no debería ni entrar en las convocatorias, acabará jugando a su nivel conforme recupere la concentración, los problemas físicos en jugadores importantes se irán superando y el objetivo del equipo está a tan sólo un punto de distancia.
Pasando revista a los equipos de la liga Osasuna es el peor con diferencia nos guste o no. Todos se han reforzado mejor y si a eso añadimos un entrenador sin ideas y un equipo apático y descentrado se ve el porqué de los cero puntos.
jugando asi ese punto pronto seran 9