Frustrados

(Copa) Osasuna 0-2 Real Sociedad

Se acabó la travesía copera de un Osasuna que acabó de nuevo muy enfadado con las decisiones arbitrales. Dos penaltis sentenciaron a los rojillos que ofrecieron su mejor versión cuando jugaron con un futbolista menos.

De inicio salió mejor el conjunto navarro, con más juego en campo rival y llegadas inerte. La jugada más polémica del partido llegó en el minuto 2, cuando Budimir se internó en el área, superó a la defensa y se le fue largo el balón. Seguido Zubeldía le arrolló y tiró al suelo, estando el balón todavía en juego, pero ni el árbitro de campo ni el de VAR quisieron señalar penalti. Fue toda una declaración de intenciones de Hernández Hernández que siguió confirmando con el paso de los minutos. La presión rojilla no se transformaba en peligro, y mediada la primera mitad fueron los vascos los que comenzaron a llegar más al área rival, aunque también sin ocasiones de gol. Hasta el minuto 37 no llegó la primera ocasión. Oroz se fue de su par y dio un pase en profundidad para Budimir que cruzó demasiado ante Remiro.

La segunda mitad comenzó con más mordiente, y a los 30 segundos Aimar Oroz disparó blando a manos de Remiro tras una dejada de José Arnáiz, en lo que fue el primer disparo entre los tres palos del encuentro. En la siguiente jugada Zakharyan sería el que buscaría el gol con un remate alto tras pase lateral de Merino. El jugador ruso sería de nuevo protagonista en el 21, con un disparo desde la frontal que fue repelido por Aitor Fdez. Y en el minuto 56 llegó la segunda jugada polémica del partido, y que lo decantaría por completo. Le Normand cayó en el área cuando buscaba un remate, y el colegiado señaló penalti de Catena. En las imágenes se aprecio que el posible agarrón del central sobre el francés es muy leve, y que éste exagera en su caída. El VAR llamó al árbitro, pero no para revisar el penalti, sino para agravar la sanción y dejar a Osasuna con diez. Oyarzabal transformó la pena máxima y puso el 0-1. A partir de ahí se vio la mejor versión de los rojillos, dolidos por la acción, y pisando área con peligro a pesar de su inferioridad numérica. El gol no llegó y ya en el tiempo añadido con todos volcados, hubo un nuevo penalti. Era el minuto 96, y Brais Méndez fue el encargado de lanzarlo. La pena máxima fue despejada por Aitor Fdez, pero el rechace llegó a Merino que puso el 0-2.

Dura derrota por lo condicionante que fue el colegiado, quien tuvo un distinto criterio para cada equipo y que sobre todo dejó sin señalar un claro penalti sobre Budimir que podría cambiar el signo del partido.

Ficha técnica:

*Foto laliga.es