La principal sorpresa del pasado jueves fue la de ver a Aitor Fernández bajo palos en Osasuna, lo que ha alimentado el debate de la portería.
No es habitual ver rotaciones en el puesto de portero, incluso en una semana con tres partidos, pero realmente no está claro si ver a Aitor en lugar de a Sergio Herrera fue un cambio puntual para un partido o directamente Arrasate ha decidido cambiar a su titular. La lógica siempre ha dicho que, si tienes un portero titular, debes apostar por él en un puesto que depende tanto de la confianza. Sergio Herrera no estaba completando una mala temporada, aunque había tenido algunos errores concretos de concentración. A Aitor Fdez no se le había visto todavía, y debutó frente al Espanyol. La realidad es que no tuvo demasiado trabajo, pero los remates que recibió los resolvió muy bien, dos de ellos claves y el primero con una parada espectacular. Ahora son muchos los que se han subido al barco de Aitor y piden su continuidad, típico del fútbol, pero la trayectoria de Sergio en Osasuna bien merece un poco más de confianza.
Lo bueno de haber mejorado el nivel en la pareja de porteros es que, en caso de que juegue uno u otro, el rendimiento siempre va a ser competitivo. Ambos deben tratar de mejorarse uno a otro a través de dicha competitividad, y quizá eso es lo que buscó Arrasate. La actuación de Aitor debe poner en alerta a Sergio si vuelve a jugar, y en caso de seguir la responsabilidad de haberle sentado le obliga a no fallar.