La cuarta temporada consecutiva en Primera División del equipo navarro ha permitido atar a sus jugadores más importantes, con cláusulas que dejan más tranquilo al aficionado.
Hay que recordar que hasta hace no mucho los jugadores más valiosos del equipo podían salir de sus contratos por cifras, en algunos casos, incluso menores a los 10M€. Poco a poco y renovación a renovación esta situación se ha ido solventando. La irrupción de Aimar Oroz en la primera jornada ha supuesto una explosión mediática que no es habitual en un canterano de Osasuna. Artículos y columnas hablando sobre su buen partido, además de su prometedor futuro. Y ahí es cuando se comentó la cláusula de rescisión de 28M€. En este caso el conjunto navarro tiene los deberes hechos antes de que se ponga el foco en el jugador, con una elevada cláusula que le tiene ‘atado’ hasta 2026. Pero la del joven canterano no es la cláusula más alta, ya que Nacho Vidal y Chimy Ávila tienen 30M€ de precio de salida en sus contratos. Está el asterisco en el caso del lateral de que el Valencia posee el 50% de sus derechos, por lo que Osasuna sólo cobraría la mitad, pero su cláusula es la más alta. En el caso del argentino, si algún equipo ingresa en La Liga los 30M€, habría que pagar 1M€ a San Lorenzo, su anterior club. Tras ellos llega la ya comentada de Oroz, y después le siguen Javi Martínez y Pablo Ibáñez con 25M€. A éstos Moncayola con 22M€, aunque el próximo verano se verá reducida a 20M€. En esa cantidad hay varios jugadores, Lucas Torró, David García, Moi Gómez y Budimir tienen también esa 20M€ en sus contratos. Salvo el canterano, los otros tres guardan tambien asteriscos en las mismas, ya que sus exequipos cobrarían un % de la plusvalía de sus ventas.
Quizá no son tan elevadas como en otros clubes, pero al menos son cantidades que en caso de salir te pueden arreglar la economía de las próximas temporadas.