Osasuna ha hecho oficial que el centrocampista catalán abandonará la disciplina rojilla al terminar contrato.
Era una de las grandes dudas ya que este año había perdido protagonismo, sobre todo en la segunda parte del campeonato, y no estaba claro qué iba a decidir el club. Su representante habló de unas negociaciones, aunque más tarde Braulio afirmó que habían hablado en invierno y que las posturas en ese momento estaban muy lejanas. Sin embargo, en Diario de Navarra se publicaba ayer que tenía grandes posibilidades de seguir. Finalmente pondrá fin a su etapa en Pamplona, después de cuatro temporadas en el cuadro navarro con 109 partidos oficiales. Llegó procedente del Huesca, tras el pago de unos 400.000€, dos partidos amistosos y un % futuro en caso de venta. El primer año tuvo poca participación, costándole el salto a Primera División tras uno años entre Segunda y Segunda B. En cambio, tras el descenso, firmó dos excepcionales campañas en la categoría de plata, siendo una pieza clave en la consecución del título de Liga. Tuvo ofertas para salir, pero ni club ni jugador quisieron separar sus caminos hasta ahora.
Esta campaña, con 30 años, ha visto como Oier, Moncayola, Brasanac o Íñigo Pérez contaban más para Arrasate, a lo que hay que añadir la vuelta de Perea. Por tanto, iba a tener difícil recuperar su estatus, y de continuar cerraba la puerta a cualquier incorporación para el centro del campo.