Tras las primeras tres jornadas las sensaciones en Osasuna son realmente malas, y no sólo por los resultados. El equipo de Arrasate se muestra débil en defensa, sin creación de juego y carente de peligro.
La pretemporada fue ilusionante para el cuadro navarro, unida a una serie de fichajes de buenas características hacían pensar que podía ser una buena campaña. Sin embargo sólo se ha logrado 1 punto de 9 posibles, y se ocupa una posición de descenso. Respecto a la temporada pasada se ha perdido a tres jugadores clave: Sergio Herrera, Lucas Torró y Quique González. Éste último es el que mejor se ha sustituido, ya que en Pamplona apenas hizo goles y Juan Villar, Rubén García o Brandon Thomas pueden reemplazarle con garantías. En la portería, hasta que se recupere el burgalés, se ha fichado al veterano Rubén para que realice un papel cumplidor hasta enero. Y queda el nombre de Torró, una pieza básica y que no se ha sustituido con garantías. La llegada de Imanol García ofrece un perfil diferente, y parece que ahora mismo lejos de tener el rendimiento del ahora medio del Eintracht. Hablando del inicio de temporada, se podría añadir el nombre de Fran Mérida, también clave el año pasado y que de momento no ha podido jugar.
Arrasate parecía tener las cosas claras y ser un buen lector táctico de los encuentros. Pero la realidad es que no está acertando con los planteamientos, ni siendo capaz de dar la vuelta a los partidos. Los dos laterales, de perfil ofensivo, están sufriendo mucho. La ausencia de un pivote se nota en las ayudas y la creación, y en ataque siguen faltando ocasiones de peligro, además de la figura de un delantero goleador.
Sin duda en la plantilla hay un buen número de jugadores con calidad, con muchas alternativas ofensivas y con mucho potencial. La falta del pivote parece que va a ser difícil de superar, pero la ausencia del goleador se puede suplir con los tantos que sumen todos los atacantes. Extraña ver como el técnico apostó por Barja y Olavide la primera jornada, y luego han salido por completo del equipo. Sobre todo en el caso del segundo que fue de los mejores en el mal partido de Mallorca.
Decepción tras decepción con entrenador, jugadores, directiva, dirección deportiva……
Me da que este año más de lo mismo.