En los últimos días Osasuna está tomando decisiones de cara al futuro en Tajonar y en el primer equipo, con el trasfondo de la cantera que tan importante y delicado es en el club navarro.
Por un lado existe una reestructuración en Tajonar y se está haciendo todo lo posible para atar a los canteranos más prometedores, anunciando las renovaciones de los mismos como si fueran jugadores del primer equipo. Desde la dirección deportiva se asegura que la cantera es vital para Osasuna y que se está trabajando para que tenga un peso importante en el proyecto, asegurando que es el equipo en el que más fácil tienen llegar los jóvenes. Sin embargo está habiendo un importante freno en el último escalón, ya que no se da la alternativa real al primer equipo. La temporada pasada fue la primera en muchos años en la que no debutó ningún jugador formado en Tajonar con el primer equipo, y promocionados como Miguel Díaz y Barja no tuvieron ni de lejos el trato esperado y la expectativa creada. La campaña pasada estuvo marcada por el gran número de fichajes y los pocos minutos de navarros, todo argumentado en que era un proyecto para ascender. Pero claro, Buñuel, Olavide o David García, que tuvieron que salir del club, sí saben lo que es ascender a Primera División teniendo minutos en el primer equipo, todo lo contrario que muchos de los fichajes del pasado verano que ni rindieron como se esperaba, ni fueron capaces de entrar en playoff.
En la afición no ha gustado que se haya decidido prescindir de Buñuel, que con 20 años, siendo internacional y con experiencia en Primera y Segunda, el club no ha querido ejecutar la opción de prórroga de contrato hasta 2020. Parece inexplicable que un equipo de cantera no asuma el ‘riesgo’ de apostar dos temporadas por un lateral que prometía tanto a pesar de que este año no haya terminado de romper. Con Olavide, de 22 años y también con experiencia en Primera y Segunda, parece que también podrían optar por la salida a pesar de tener un año de contrato. O un jugador como Otegui ha visto como no tenía ninguna oportunidad en el primer equipo a diferencia de temporadas anteriores. No se ha renovado a Jaime Dios, se ha rescindido al portero Gonzi que apuntaba a titular del Promesas y que formó parte del campeón en División de Honor juvenil en 2017. Y así numerosos ejemplos.
Para retener a los mejores canteranos no sólo habrá que renovarles, si no demostrar que la apuesta por ellos es real y preferir completar la plantilla con jugadores de Tajonar, en lugar de llenar las fichas con futbolistas traídos de fuera que en muchos casos no mejoran lo que hay.
Toda la razón. En Osasuna últimamente suceden cosas inexplicables