Osasuna decidirá en los próximos días que hacer con su actual entrenador que, aunque parecía sentenciado, ahora tiene opciones de continuar al frente del cuadro rojillo el año que le resta de contrato.
A falta de pocas jornadas para el final, cuando las opciones de playoff parecían nulas, ya estuvo a punto de ser cesado. Sin embargo en ese momento se tomó la decisión de que acabara la temporada, con la idea de que no siguiera a partir de junio. Los resultados comenzaron a salir y en la última jornada las opciones de playoff eran muy altas. Eso ha hecho que su situación ya no sea definitiva, a pesar de que muchos en la directiva no quieren que siga. Su principal valedor es Braulio, quien lo fichó para este proyecto, y que tiene plena confianza en sus métodos a pesar de que no han dado resultado. El hecho de no entrar en las eliminatorias por el ascenso permite que sólo haya que pagarle la mitad del año que le resta de contrato, algo que sumado a la poca comunión con la grada, el juego poco vistoso y los resultados le ponen muy difícil al director deportivo convencer a la mayoría de la directiva.
En pocos días se sabrá que sucede, y no sorprendería ni una decisión ni otra.