En tan sólo un mes ha cambiado radicalmente el panorama del mercado de fichajes de invierno para Osasuna. Si en diciembre se querían cerrar tres incorporaciones y lo antes posible, al cierre de enero de momento no se ha contratado a ningún jugador.
Las negativas de los principales candidatos y el cambio de entrenador han sido las claves para que esos fichajes no se lleven a cabo. El caso Merino está siendo el más complicado de cerrar, ya que es la incorporación deseada y no se consigue que el Borussia acepte cerrar la cesión, pero Osasuna está dispuesto a esperar hasta el último día. En la portería hubo un baile de nombres que ha acabado con Mario como titular. No se consiguió incorporar a Ryan, Emiliano Martínez o David Soria, y a pesar de la lesión de Nauzet parece que no se va a fichar a otro portero y se confiará en el cántabro hasta final de temporada. La otra posición a reforzar era el centro de la defensa, con César Navas como opción preferencial que tampoco se consiguió concretar. El último nombre en salir a la palestra fue el de Raoul Loé, que en 24 horas ha pasado de estar casi cerrado a dejarlo aparcado por el momento al no ser el tipo de mediocentro que se quiere incorporar.
Falta una semana para que se cierre el plazo, y ahora mismo no se descarta que no se fiche a nadie, aunque la idea del club es la de incorporar al menos a Merino.