Osasuna se encuentra en una situación crítica, tanto de sensaciones, como de juego y de resultados. La salvación se ha alejado a cinco puntos, y para colmo el próximo rival es el Barcelona.
Son momentos muy difíciles en el conjunto navarro, viviendo quizá su peor situación deportiva en décadas. Con 14 jornadas de Liga, sólo se ha sumado una victoria, y únicamente los malos resultados de los rivales mantenían a los rojillos cerca de la salvación. Sin embargo esta jornada, sumando una nueva derrota y ante un rival directo, y puntuando todos los equipos de abajo, Osasuna se ha hundido en el fondo de la tabla y ya está a casi dos partidos de poder salir del descenso. Y no es sólo un problema de resultados, sino de jugadores que no están rindiendo como se esperaba, de sistemas de juego que no funcionan y de entrenadores que parecen no tener ideas para dar la vuelta a la situación. En toda esta marejada, llega uno de los equipos más potentes del mundo, que complicará y mucho lograr la primera victoria de la temporada en El Sadar.
El Sadar necesitará una de sus grandes noches para apelar a la utopía, que no es otra que lograr los tres puntos.