La derrota de ayer fue dolorosa, llena de errores y puede sacarnos de puestos europeos. A pesar de todo, no empaña para nada la gran campaña de Osasuna que, de aquí al final de Liga, se juega el todo por el todo.
Ante el Madrid vimos experimentos innecesarios en los laterales, un trivote que naufragó y una pegada visitante que sino haces un partido perfecto te mata. Mendilíbar, que fue expulsado injustamente por un desafortunado Muñiz Fernández, apostó por un sistema más conservador que fue duramente castigado por el tempranero gol inicial. Osasuna no reaccionó y terminó de morir con los goles de Cristiano e Higuaín. En la segunda mitad se cambió a un sistema más lógico para jugar en el Sadar que enseguida se hizo valer con el gol de Nino. Entonces llegaron los mejores minutos de los navarros, aunque no fueron suficientes y sufrieron de nuevo la pegada blanca.
La próxima jornada toca visitar Vallencas donde no será fácil sacar un buen resultado. El Rayo es un equipo que juega muy bien, capaz de hacer frente a cualquiera, que fue impenetrable en el Sadar, pero que como local no es de los más fiables del campeonato al sumar más derrotas que victorias en su campo. Las dos siguientes visitas a Pamplona serán de Espanyol y Málaga, rivales directos en la lucha europea por lo que en esos partidos se puede seguir en la lucha o salir de ella definitivamente. Confiemos en que Mendilíbar de con la tecla, encuentre el once titular más competitivo y se logre el objetivo soñado de jugar en Europa.
La derrota ante el Madrid no debe empañar la excelente campaña que está haciendo Osasuna. Hay que intentar colarnos en Europa y si la cosa se complica dar minutos a los canteranos para ver el nivel que pueden dar en el primer equipo.