El extremo cordobés vuelve al club en el que se formó tras haber llegado a un acuerdo de rescisión de contrato con Osasuna. Su alta ficha y las ganas que tenía el jugador de salir han sido fundamentales para que no siguiera vistiendo de rojo.
Cejudo llegó a Pamplona en enero de 2011 con la difícil misión de sustituir a Juanfran. Su primera media temporada fue realmente buena, siendo clave en la salvación del equipo, y parecía que los rojillos habían acertado de lleno con su fichaje. Sin embargo, en las tres siguientes temporadas se vio a un jugador más irregular y con demasiados problemas físicos. Alternaba minutos de mucha calidad con largas lagunas de juego. En sus 109 partidos con Osasuna en Liga ha marcado 11 goles y ha sido uno de los máximos asistentes del equipo. Su baja es importante, sobre todo porque refuerza a un rival directo, pero así no tapa a canteranos de gran calidad con Enrique Barja.
Club y jugador tenían contrato hasta junio de 2015 y han rescindido de mutua acuerdo sin suponer ningún ingreso para los navarros. Cejudo firma con el Betis por tres temporadas tras pasar reconocimiento médico con los verdiblancos.
