Osasuna ha traspasado al centrocampista al Real Valladolid ya que el jugador no quería continuar en el conjunto rojillo. Su poca afinidad con la afición ha sido clave para que buscara su salida a pesar de sus palabras en rueda de prensa.
Timor llegó al filial navarro y destacó desde el primer momento, lo que propició su salto al primer equipo. Tras dos años en la máxima categoría no fue capaz de demostrar en los partidos que jugó la calidad que tenía. En los 41 partidos de Liga que disputó sólo marcó un gol al transformar el último penalti señalado a Osasuna hace casi 80 partidos. Su celebración llevándose la mano a la oreja no gustó nada a la grada de El Sadar, lo que propició un divorcio total con la grada. El año pasado estuvo cedido en el Girona y desmotró el fútbol que tiene en sus botas, marcando además goles de bella factura desde larga distancia o a balón parado.
Cuesta entender su salida, casi regalándolo a un rival directo cuando era uno de los centrocampistas más interesantes. El club se guarda un 50% de un posible futuro traspaso.
Esta salida no la entiendo ni harta de vino.