Se acerca el final de año, incluso el mercado de fichajes ya está abierto, y es momento de ir pensando en renovaciones que serán importante para la futura planificación.
Ahora mismo en Osasuna hay varios jugadores que acaban contrato en 2023, los cuales podría ser libres de firmar por cualquier equipo a partir del 1 de enero, y alguno de ellos está siendo pieza clave para Arrasate. El caso más evidente es el de Unai García. El central navarro había perdido protagonismo desde el ascenso, ya que mientras se recuperaba de la grave lesión de rodilla otros jugadores irrumpieron con fuerza, y él no tuvo la continuidad y regularidad necesarias para hacerse con el puesto. Ahora sí es un fijo en el once, y está respondiendo con buenas actuaciones, por lo que no parece difícil que haya un acuerdo entre ambas partes para ampliar su compromiso. El siguiente en la lista es Darko Brasanac, que pese a que ha visto algo castigado su rol respecto a la pasada campaña, ha disputado 13 de los 15 partidos oficiales siendo titular en 5 de ellos, con 2 goles anotados. Vive su cuarta temporada en Pamplona y acabará la campaña con 31 años, por lo que esa mezcla de asentamiento en el club y buena edad deportiva deberían transformarse en, al menos, otro más en Osasuna. De momento sólo se ha podido saber por prensa local que lo de Unai está muy cerca, pero no se ha publicado nada del serbio. El siguiente es el canario Aridane, y aquí sí que parece que puede acabar en despedida. El canario finalizará la temporada con 34 años, y su aportación al equipo está muy lejos de la de años atrás. El pasado verano ya se especuló con una posible salida que finalmente no se dio, y sería una sorpresa mayúscula que siguiera en Pamplona a partir de junio. La posible promoción de Herrando, y la incorporación de algún central que se ha relacionado, le cerrarían por completo las opciones de continuidad. El último en la lista es Barbero, que tampoco parece tener un puesto en el futuro de Osasuna. En la 21/22 se le dio el rol de cuarto delantero y apenas pudo jugar, algo lógico teniendo por delante nombres como los de Budimir, Kike García y Chimy Ávila. Este verano ya se negoció su salida, sin encontrar un destino adecuado, por lo que ha terminado jugando en el Promesas a la espera de finalizar su contrato. Y para el final queda el nombre más relevante teniendo en cuenta la historia del club, el del capitán Roberto Torres. La pasada pretemporada ya se le advirtió de que iba a tener pocas opciones de jugar, situación que él asumió y aceptó, y que está quedando demostrada con sólo dos apariciones en Liga saliendo desde el banquillo. Su ciclo en Osasuna finalizará esta campaña.
Estos son los cinco jugadores, además de los dos cedidos, que finalizarán su relación contractual con los rojillos. La lógica dice que los dos primeros seguirán, aunque en el mundo del fútbol nunca se sabe lo que puede pasar. Además está la situación de Kike Saverio, que no tiene dorsal y se acaba de recuperar de una grave lesión.