El del atacante onubense fue el fichaje más caro que acometió el conjunto rojillo el pasado verano, pero todavía existía una opción que podía elevar su precio más.
Cuando Osasuna fichó a Juan Villar del Tenerife, con la necesidad de sustituir a Quique González que se había marchado al Deportivo pagando su cláusula, se acordó un traspaso de 850.000€. Cifra algo elevada teniendo en cuenta edad y reciente historial de lesiones, pero que se podía pagar debido a los goles que aseguraba el delantero. Se añadió una opción de 300.000€ en caso de ascenso, pero ella dependía de que el futbolista disputara al menos el 60% de los minutos. Tras no ser titular en Elche, ya no puede llegar a ese porcentaje, por lo que Osasuna se asegura no tener que pagar ese extra.
Sí deberá hacerlo por Aridane y Brandon, que supondrían 2,5M€ obligados.