A menos

Osasuna está atravesando un bache importante en un momento clave de la temporada, lo que le sitúa fuera de los puestos de playoff. La tendencia es a la baja y parece que no se encuentran soluciones, ni siquiera en El Sadar.

Ese equipo sólido, que no perdía partidos y que lideraba la clasificación de Segunda allá por octubre se ve muy diferente del actual. Esta situación resulta más que llamativa, ya que un proyecto nuevo, con muchos fichajes y equipo técnico de poca experiencia debía haber ido a más conforme avanzara el campeonato, sin embargo se está yendo a menos. Tampoco ha ayudado el cambio de sistema, dejando atrás la defensa de cuatro para colocar tres centrales y dos carrileros. Esta variación ha restado solvencia defensiva, pero Diego Martínez insiste jornada tras jornada a pesar de que los resultados y sensaciones no son buenas. También está dando la impresión, con Xisco lesionado, de que no hay alternativas en el banquillo cuando el resultado es adverso, y eso que en invierno se reforzó todavía más una de las plantillas más caras de la categoría. El entrenador rojillo, con un discurso locuaz y generoso para los oídos del aficionado, utiliza a pocos jugadores y es reiterativo en sus sistemas y alineaciones, lo que tiene a varios jugadores de la plantilla inéditos y a otros con casi todos los minutos de juego. Ahora que ha llegado el tramo de la temporada en el que se ve para donde va cada equipo y donde se juega seguir en la zona alta, Osasuna está fallando con sólo 8 puntos de los últimos 21, y debe buscar soluciones.

En pretemporada se dijo que los navarros eran el equipo a batir, y aunque se haya cambiado el discurso, la inversión económica es como para exigir otros resultados.

1 comentario

  1. El entrenador está perdido y no sabe que hacer

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