La vuelta del delantero catalán a las filas rojillas se está complicando mucho más de lo esperado. Tras volver a reconducir un acuerdo que el Deportivo había roto unilateralmente, los gallegos han repetido jugada.
En Pamplona se frotaban las manos ante la vuelta de Oriol Riera a Osasuna. El jugado había renunciado a un porcentaje de sus emolumentos para que la operación cuadrara a ambos equipos, siendo los rojillos los que menos dinero ponían sobre la mesa de entre los interesados. Existía acuerdo verbal que rompió el presidente del Deportivo. Pero ayer, supuestamente, había conformidad de todas las partes, incluida del máximo dirigente deportivista. Sin embargo el cuadro navarro se encontró con que el contrato contenía condiciones que no eran las acordabas, lo que estancó de nuevo la operación.
Desde Osasuna existe un tremendo descontento con el Deportivo de la Coruña y no hay ninguna disposición a pagar más de lo pactado. Riera sigue entrenando por su cuenta a la espera de que se desbloqueen las negociaciones, que se espera lleguen a buen puerto.