El centrocampista navarro, al que se le había asignado el dorsal 27, finalmente se marcará en calidad de cedido al conjunto ribero. Fernando Rubio tratará de crecer en Segunda B para ganarse un puesto en Osasuna el próximo año.
El rojillo, de 22 años de edad, se había quedado a caballo entre el Promesas y el primer equipo. Una desafortunada lesión al comienzo de la pretemporada no le permitió mostrarse en los amistosos, por lo que iba a seguir en el filial con opción de subir si Martín lo veía necesario. El año pasado, de la mano de Mateo, dio un salto de calidad y se vio a un jugador más hecho. Por edad está en ese momento en el que debe promocionar para no estancarse en el Promesas. Al igual que sucedió con Unai García, el club ha pensado que lo mejor es una cesión al Tudelano de la categoría de bronce donde podrá jugar y ver si vale para Osasuna el próximo verano.
Seguro que le irá bien en Tudela y volverá al año que viene a Osasuna.