El partido ante el Recreativo de Huelva dejó una sensación positiva por sumar de nuevo a pesar de las bajas, pero también pareció que los navarros podían o debían haber ganado un partido ante un conjunto que llevaba seis derrotas seguidas.
La lectura del encuentro no es fácil de analizar, aunque si algo fue bueno y destacable fue el asentamiento de muchos de los jóvenes canteranos. Ver a Merino a ese nivel, a Berenguer debutar y a Olavide jugar con más descaro es muy positivo para Osasuna, y no sólo para esta temporada, si no para el futuro del club. Urban no podía contar con los internacionales ni con el portero titular, pero a pesar de eso el equipo dio la cara y con un poco más en ataque se podría haber llevado los tres puntos. En defensa el equipo estuvo correcto, y sólo un penalti evitable permitió a los locales adelantarse.
Ante el Sabadell llegará el segunda capítulo de esta racha de partidos en cuadro, con sólo 10 jugadores profesionales y confiando más que nunca en Tajonar. Los navarros deben seguir mirando hacia arriba y buscar los tres puntos, por lo que un empate, pese a no ser malo dadas las circunstancias, sería conformista de inicio.