La repercusión que está teniendo el descenso de Osasuna en todos los estamentos del club está siendo cada día más dramática. La situación económica, la marcha del entrenador, los problemas de la directiva, las numerosas bajas que se avecinan y el negro futuro del club en general tienen al entorno rojillo muerto de miedo.
Osasuna es un club económicamente muerto, sobre todo jugando Segunda División, y ahora es momento de replantearse muchas cosas para poder sobrevivir. Hasta ahora se vivía al día, destinando casi todo el dinero a cubrir el acuerdo con la Hacienda Foral y llevando los demás pagos justos y siempre supeditados a seguir en la máxima categoría. Ahora que los ingresos van a ser mucho menores, no hay liquidez para hacer frente a los acreedores, por lo que habrá que renegociar con ellos y vender jugadores para obtener dinero. A todos los problemas económicos, que de alguna manera se tratarán de solucionar, le sigue el órdago de dos directivos al presidente, que por el momento ha puesto su cargo a disposición de los socios compromisarios. Para que dos hombres de su junta tomen esa decisión, la situación tiene que ser mucho peor de lo que se ve desde fuera. Todos estos temas están saliendo a la luz e incluso se hacen eco algunos medios nacionales, hablando incluso de posible descenso a Segunda B si hay denuncias por impago.
Si los problemas económicos son graves, no lo son menos los deportivos. Esta tarde Javi Gracia ha dejado de ser técnico de Osasuna después de lo que él ha definido como la mayor decepción de su vida. Su continuidad no parecía convencer a muchos aficionados, y el propio entrenador también lo ha visto así. El navarro comenzó bien al frente de Osasuna y consiguió lo más difícil, volver competitivo de nuevo al equipo. Sin embargo, tras el 3-0 al Atlético de Madrid, se dio un tremendo paso atrás y la caída fue cada vez mayor, sin ser él capaz de encontrarle una solución y dando una imagen conformista y blanda. Se ha comenzado a hablar de muchos posibles sustitutos para Gracia, entre ellos incluso Martín Monreal, actual director de la cantera que hace más de siete años que no entrena a un equipo de una categoría así. Parece que el tema económico podría primar también en esta decisión, y eso es lo que le hace ganar muchos puntos. Otros nombres que han salido son los de Lucas Alcaraz, Urban, Bakero y Luis García.
Si en el banquillo el panorama está así, en la plantilla no es menos, ya que muchos de los mejores jugadores del equipo hay que venderlos y seguramente será por debajo de su valor. Andrés y Arribas, que sólo tienen un año más de contrato, tienen muchos equipos interesados. A ellos se les une Silva, que ya estuvo a punto de salir en diciembre, Loé, que tiene buen cartel en el Reino Unido, Armenteros y De las Cuevas que tienen altas fichas, y otros que iban a renovar como Damià, Bertrán o Cejudo y que ahora no tiene pinta de que vayan a seguir. Oriol Riera, el máximo goleador del equipo, sí que parece contar de cara al próximo año, pero su cláusula ha bajado a 2,5M€ por el descenso y no sería de extrañar que algún equipo se hiciera con él. Una vez desmantelado el equipo, será el momento de confeccionar una plantilla de garantías para pelear la vuelta a la máxima categoría.
Vaya panorama tenemos con estos memos de directivos. Veo la cosas tan mal que me conformo con no bajar a 2 B.