Osasuna ayer sumó una dolorosa derrota a causa de una primera parte para olvidar. No se pudieron sacar conclusiones positivas y nada de lo visto en pretemporada hizo mejorar la imagen en comparación con la pasada temporada. Sólo queda un consuelo para el aficionado rojillo: Todavía restan 37 partidos por jugar.
La no participación de Silva trastocó los planes de Mendilíbar que buscaba un doble pivote más dinámico y ofensivo que el alineado. Su idea era defender con un 4-2-3-1 y atacar con un 4-1-4-1, pero con la pareja formada por Raoul Loé y Patxi Puñal es muy complejo conseguirlo. De ahí que en la segunda mitad, con Oier formando junto al capitán, el juego mejorase y se vieran algunos detalles de lo que quiere el técnico para esta temporada. Es duro tener que aceptar en el primer partido que el equipo necesita al ‘Gato’ Silva, pero el chileno se ha convertido en un imprescindible. A esto hay que añadir que es muy complicado que un equipo funcione en el primer partido, que suele estar plagado de lagunas de juego, cansancio en jugadores y cosas por trabajar y mejorar.
Mendilíbar había probado en casi todos los partidos con dos delanteros, lo que invitaba a creer que empezaría con dos puntas la Liga. Sin embargo al final optó por jugar sólo con Ariel Núñez, que es más segundo punta que nueve, y se notó mucho. El paraguayo no intervino, se movió poco y no supo asociarse con ningún jugador de la segunda línea. A todos estos problemas, se unió una defensa nueva, con Lotiès apuntando más de lo que rendía y con Joan Oriol echando por tierra la confianza ganada en pretemporada. Si además sumamos que Raoul Loé no estuvo fino en la marca en los dos goles, que ningún jugador tapó la subida del lateral en el primer gol y que se regaló un penalti, el resultado no puede ser otro que un partido muy cuesta arriba.
Aun así, en la segunda parte se vio a un equipo que quiso levantar el marcador, que corrigió algunos errores iniciales y que todavía tenía más armas en el banquillo. El encuentro ante el Granada fue para olvidar, muchos jugadores estuvieron por debajo del mínimo exigible, pero el campeonato es muy largo y todavía queda toda la Liga para lograr un año más el objetivo.
Acertado análisis de un partido en el que Mendilibar incidió en sus errores de siempre.
Con este entrenador esto es un no vivir.
Quedan 37 jornadas y tres puntos menos.
contra monoain y compañia no se puede perder
A Bilbao a por todas… no queda otra.