No hay manera de que los de Mendilíbar levanten cabeza fuera de casa, donde se convierten en un equipo previsible, sin fútbol y carente de ambición. Sigo creyendo que lejos de Pamplona Osasuna sale derrotado del vestuario, parece que existe un conformismo total con el resultado que se consiga, como si no pasara nada por perder. Y eso es algo injustificable, con lo que se debe de acabar, sobre todo si se quiere salvar la categoría.
Ayer el equipo tuvo una buena salida, pero sólo fue un espejismo ya que a los 10 minutos se adelantó el Athletic que empezó a apretar en busca del segundo. Osasuna estuvo esos minutos perdido, sin saber por donde le venían los golpes y tal fue el punto de desconcierto que el técnico rojillo se vio obligado a realizar dos cambios en el minuto 30. Con Puñal como brújula el equipo mejoro, aunque no terminó de hacerse con el partido. Por su parte, Lamah le metió una marcha más al ataque, aunque no contagió al resto de jugadores ofensivos. La realidad es que a pesar de la derrota y la superioridad local, los navarros no le perdieron la cara al partido e incluso pudieron empatar. Eso sí, gracias a que Andrés mantuvo con vida al equipo con grandes paradas que evitaron que los locales pusieran más tierra de por medio. Aprovechando esa circunstancia, Osasuna tuvo tres ocasiones que acabaron en la madera, pero ninguna de ellas llegó por una buena combinación o un remate anticipándose al defensa. La primera fue un mal centro de Lamah y las otras dos en sendas faltas directas. Así es difícil contrarrestar un gol en contra fuera de casa.
Sigue haciendo falta un poco más, presionar fuera como se hace en el Sadar, manejar mejor los tiempos, tratar de tener más el balón y sobre todo dinamizar más el ataque. Las jugadas ofensivas de los rojillos fueron muy estáticas, sin apenas profundidad y con menos juego asociativo de lo habitual. En casi todas ellas, se abusó del juego individual que acababa con una pausa o pérdida. Así no se puede superar a una defensa bien colocada. Mendilíbar debe buscar alternativas para estos partidos, porqué tras dos años demostrando que no se saben ganar de esta manera, no queda otra que innovar.
*Foto Agencia efe
yo si que me he hecho a la idea de que no ganamos un partido fuera ni por casualidad
vaya tropa
no ganan ni al mus
Cada vez esto pinta peor y Mendilibar haciendo tonterias como dejar a Cejudo en Pamplona.
Creo que al Sr. Mendilibar se le ha acabado la suerte. Puede sonar la flauta algún día, como el del Levante, pero no por sus planteamientos , ni por la elección de los jugadores idóneos. Lo veo muy oscuro, aunque celebraría equivocarme…
AUPA OSASUNA!!
Mendilibar tiene la cabeza hecha un lio y reacciona tarde y mal.
Cada vez me recuerda más a cómo dejó al Valladolid…
Mendilibar es un entrenador para sacar equipos en situaciones de apuro, pero no sabe planificar una tamporada entera. El año pasado Raúl García fue quien marcó la diferencia, sin sus goles y asistencias la situación de Osasuna hubiera sido semejante a la actual.
El principio de todo mal es la planificación de la plantilla. Y ya empezamos mal cuando regalamos 2 jugadores por vete a saber qué extraña razón (abaratamos fichas y el presupuesto sube 1 millón esta temporada… no cuadra).
Fichajes para cubrir puestos… a Neko le sustituye uno que no tiene un perfil ni parecido. Fichamos a un delantero (que se cargó porque le caía mal) con números de risa y salido de una lesión complicada porque se le puso en las narices, en vez de traer a Ulloa (por ejemplo).
Luego nos podemos meter en la preparación física. No es buena. Los jugadores han perdido velocidad y se les ve cansados.
Y luego en temas de juego… ni estrategia, ni creación en el centro del campo (lógico si se empeña en poner pivotes defensivos), ni llevar contras, parece que no saben hacer un centro en condiciones, siempre los mismos cambios, experimentos… Todo se resume al pelotazo y ver qué pasa.
Y ojo, que me da la sensación de que los jugadores le están haciendo la cama…
cuanta razon
firmo punto por punto
He sido clara ???
Hace falta mucho más si queremos seguir en primera.