La demagogia de un equipo de ‘cantera’

En los últimos días ha suscitado mucha polémica la situación actual de las estrellas del Athletic de Bilbao Javi Martínez y Fernando Llorente. Muchos aficionados se han puesto en contra de los jugadores, algunos reputados periodistas han atacado a los campeones del mundo tachándolos de peseteros e incluso el alcalde de Bilbao ha criticado las peticiones económicas del delantero nacido en Pamplona.

Desde la vista de un osasunista cuesta creer algunas reacciones, uno se frota los ojos, vuelve a leer las noticias y no da crédito a lo que está viendo. ¿De verdad tienen el valor de criticar a estos jugadores que lo han dado todo por ese club?, ¿De verdad se puede criticar que Javi Martínez, jugador que llegó después de que ellos pagaran su cláusula de rescisión, se quiera ir de la misma forma de la que llegó?, ¿De verdad es tan grande el ego de algunos para creer que el equipo vasco es el techo de estos jugadores de talla mundial?. Es realmente sorprendente que se ponga en duda una de las máximas del fútbol: Que un jugador se marche a un equipo de mayor nivel cuando el suyo se le ha quedado pequeño.

Es cierto que el Athletic de Bilbao es un equipo con un mérito increíble, con una historia al alcance de pocos y que tiene una política de club única y en parte elogiable. Pero no se puede olvidar que también lo consigue gracias a un gran apoyo institucional que le reporta muchos millones de €, lo que le permite ofrecer cantidades desorbitadas a los jugadores vascos, navarros, riojanos, residentes en cualquiera de estas provincias o con antecedentes familiares en ellas, sean profesionales o niños. Además, se puede decir también que en los momentos más duros en el ámbito deportivo, tuvieron una ayuda extra que a todos los clubes les gustaría tener. Algunas de sus estrellas rechazaron las propuestas de clubes de mayor potencial deportivo y prefirieron terminar su carrera en Bilbao, pero hay que recordar que no todos ellos salieron directamente de Lezama. El propio Javi Martínez llegó de la misma forma en la que se va a marchar, pero por entonces para ellos era algo lógico, será que Osasuna no tiene o enseña esos valores que dicen haber inculcado al centrocampista. Más polémica fue todavía la incorporación de Joseba Etxeberría, extremo de la Real Sociedad que con tan sólo 17 años se convirtió en el fichaje nacional más caro de la historia cuando los del botxo pagaron 550 millones de pesetas a la Real para hacerse con sus servicios. En esos momentos tampoco les pareció un mercenario ni un traidor el guipuzcoano que cambió de acera para, supuestamente, mejorar deportivamente aunque no ganara un sólo título en 15 años. Todos sabemos como llegó a Lezama su último fichaje Isma López, o donde se formaron Urzaiz, Ezquerro, Goicoechea, el Cuco, Alkiza, Larrainzar, Tiko, Orbaiz, Lacruz o tantos otros jugadores a lo largo de su historia.

A todos nos duele cuando nuestros canteranos o estrellas salen de nuestro club, pero es una ley no escrita del fútbol y hay que tener la elegancia y el respeto suficiente para entenderlo. Además que no debe tener cabida en el fútbol esa gente que insulta, va con pancartas y realiza pintadas. Sobre todo para poner mentiras como que estos jugadores se van por dinero cuando, seguramente, no vayan a ganar más en sus equipos de destinos que en Bilbao.

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