Un buen mercado de fichajes

El pasado lunes se cerró el mercado de fichajes de verano, que probablemente ha sido uno de los más extraños que se recuerdan.

La finalización tardía del campeonato, la crisis económica producida por el coronavirus y el cierre de fecha del mismo han hecho de este mercado de fichajes uno de los más particulares que se recuerdan. Osasuna ha salido en el con sus armas, y el resultado final ha sido positivo. Este año no se han podido traer las primeras opciones como pasaban en otras temporadas, pero es que eran opciones muy ambiciosas. El primer gran nombre que se escapó fue el de Kubo, que casi llega cedido. Después el retorno de Estupiñán fue otra negociación fallida debido a la imposibilidad de llegar a las pretensiones de su equipo. Además de ellos, salieron varios nombres de jugadores que por diferentes razones no se consiguió fichar.

Al final han sido cinco las incorporaciones que ha realizado el conjunto navarro, con Braulio a la cabeza, para reforzar una plantilla muy continuista. Y es que como dijo el director deportivo, el hecho de mantener el bloque ya es de partida un gran éxito. El primero en llegar fue Lucas Torró, un viejo conocido de la afición que realizó una gran campaña 17/18, lo que le llevó a la Bundesliga donde no terminó de asentarse. Esa razón ha hecho que los rojillos puedan tenerle de vuelta y a un muy buen precio. Finalmente su incorporación se pudo hacer en 2M€, prácticamente lo que se había ingresado por él, y firma para cuatro temporadas. Con el alicantino Osasuna refuerza el centro del campo ya que puede jugar tanto de 6 como de 8, que aporta juego aéreo, buena distribución y que es capaz de ocupar mucho terreno de juego. Sin duda supone una clara mejora de la nómina de mediocentros y es un jugador para disfrutar en sus mejores año. El siguiente fue Juan Cruz, quizá el fichaje más esperado por la imperiosa necesidad de incorporar un lateral zurdo tras la marcha de los dos del año pasado. El madrileño es debutante en la máxima categoría, pero llega tras dar un espectacular rendimiento en el Elche, equipo que ascendió a Primera en parte por sus 10 asistencias. Su precio, 3M€ con variables, no fue a priori barato, pero teniendo en cuenta la necesidad y el número de equipos que andaban detrás se puede dar la operación por buena. Para la delantera, tras la desgraciada lesión del Chimy Ávila, se incorporó a Calleri como cedido. El argentino era un viejo deseo de la secretaría técnica, y su irregular temporada en el Espanyol posibilitó que se convirtiera en rojillo. Es un delantero que aportará trabajo y garra a la delantera, y en menor medida gol, aunque ya se ha estrenado como rojillo. El siguiente fue Jony, extremo que ayudará a ensanchar el ataque rojillo y dar lo que no ofreció Róber Ibáñez. Tenía muchos pretendientes en el fútbol español, pero Osasuna se adelantó y consiguió traerlo a préstamo con opción de compra. Su incorporación es de las que, en principio, suben el nivel de la plantilla.

Y ya sólo faltaba el lateral zurdo suplente, quizá el gran debe de la gestión de las incorporaciones este verano. No quedaba espacio salarial, por lo que tenía que llegar un Sub-23 de nivel, y una vez roto el acuerdo por Manu Sánchez no había ningún jugador que encajara. Se iba a cerrar la plantilla, pero apareció una gran oportunidad de mercado casi sobre la bocina. El croata Budimir era ofrecido por el Mallorca, un delantero que días atrás parecía imposible de incorporar por su alto precio. La operación no tenía un gran coste económico siempre que se metiera en la operación a Cardona, algo que finalmente se hizo al tener el ok del jugador. Budimir mejora la delantera, ya que llega en el mejor momento de su carrera, tras marcar 13 goles en Primera y debutar con la selección. Osasuna sólo lo ha podido incorporar en calidad de cedido, pero guardándose una opción de compra, mismo caso que Jony.

El resumen es que se han hecho buenos fichajes, se ha conseguido que continúen todos los titulares a excepción de Estupiñán, se ha mejorado el centro del campo y sobre todo la delantera. Aunque no se puede olvidar la falta de suplentes en los laterales, que se cubrirá con la polivalencia de otros jugadores.

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