El sueño se acabó

El club ha confirmado en su página web que el canterano definitivamente no continuará en Osasuna. La oferta que se le hizo para seguir ha sido rechazado por el jugador tras unas semanas de negociación.

El escueto comunicado del club deja constancia de que la razón por la que no sigue José García es porqué él ha rechazado la oferta, aunque hay mucho más detrás de esa decisión, y es que el conjunto navarro le ofrecía una situación contractual en peores condiciones de las que le ofreció el pasado verano. En julio de 2015 Osasuna informaba de que ampliaba su contrato hasta 2018, pero la realidad es que renovaba hasta 2016 con la cláusula de que si jugaba 15 partidos se le ampliaría dos años más como jugador profesional. José García la pasada temporada tenía contrato de aficionado, ya que por la restricción de fichas que sufría el club no se le podía asignar dorsal del primer equipo por falta de espacio, misma situación que vivían Olavide, David García o Berenguer. Aún así el club dijo que serían jugadores de la primera plantilla a todos los efectos. Es ahí donde hay un matiz importante, ya que a pesar de tener dorsal de jugador del filial, realmente ya era jugador del primer equipo. Por tanto el hecho de que ahora se le ofrecieran dos años como amateur, encima con la condición de marcharse cedido, era prácticamente invitarle a salir. Además hay que recordar que se quedó a sólo tres partidos de lograr esa renovación automática, algo que hubiera conseguido de no haber estado ‘castigado’ casi toda la segunda vuelta. En un año ha pasado de ser  jugador de primer equipo con contrato amateur y con una condición alcanzable que le convertía en profesional, a ser amateur de manera obligada y tener que abandonar el club en calidad de cedido. Duro.

La historia de José García es conocida por todos, fue un niño que destacó como gran aficionado rojillo, y que logró el sueño de debutar con 16 años en Primera División con el equipo de sus amores. El descenso a Segunda y las restricciones de fichajes para el club le auparon a subir a la primera plantilla, y este parecía que iba a ser el año de su confirmación. Su rendimiento no siguió el camino que muchos esperaban, pero hasta cierto punto hay exigencias que pueden ser excesivas para un jugador de edad juvenil. No obstante estaba participando a un ritmo de partidos que le iban a llevar a jugar ese mínimo de quince encuentros, sin embargo desapareció de las citaciones por motivos desconocidos. El canterano había sido titular en las cinco últimas jornadas de la primera vuelta, en las que Osasuna no conoció la derrota. De repente salió de las convocatorias hasta final de Liga, con dos casos extraordinarios. El de Leganés donde jugó la primera parte, y el de Albacete donde la lesión en el calentamiento de Manuel le hizo vestirse de corto cuando estaba descartado, aunque no llegó a jugar. El resto de la segunda vuelta la vivió en la grada, en algunos desplazamientos sin ni siquiera viajar.

Es triste ver salir a un jugador que prometía tanto desde categorías inferiores, que era un auténtico rojillo y que parece que todavía no había explotado. Seguramente ambos lados debían haber cedido en sus posturas a la hora de negociar, pero si nos duele ver a canteranos triunfar en otros equipos por vernos obligados a venderlos, también duele ver salir a jugadores que no han llegado a su techo cuando existían fórmulas para que lo alcanzaran en casa.

4 comentarios

  1. ¿motivos desconocidos? quien sea de Pamplona y no viva ajeno a la realidad, sabe que hubo un par de temas extradeportivos, los cuales a cualquier otro lo hubiesen dejado en la grada de por vida. Bastante paciencia y «coacthing» ha tenido Martin con el chaval.

  2. Seguro que triunfara en otros equipos, no ha habido paciencia con el jugador y tampoco los licenciados en coacthing han sabido reconducir a un jugador que creo aún es juvenil, aunque será el tiempo quien dará y quitará razones.

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