Un equipo sin plan ‘B’

La derrota de ayer ante el Espanyol dejó en evidencia muchas carencias del equipo de Mendilíbar. Con ocho jornadas por delante, cinco de ellas lejos de Pamplona, parece que los cinco puntos de ventaja sobre la zona de descenso no son tantos para un equipo que ha obtenido 3 de los últimos 18 puntos.

A lo largo de la temporada hemos visto a un Osasuna de rachas, capaz de ganar partidos con un estilo muy definido o perdiendo varias jornadas jugando bien, mal o regular. Aguirre hizo una lectura perfecta de lo que iba a ser el partido y desde el primer minuto atacó la espalda de la defensa rojilla. Los navarros pudieron defenderse hasta que en un corner llegó el 1-0. Fue entonces cuando le regaló la posesión al conjunto de Mendilíbar y este no supo que hacer con el balón. Con el marcador en contra y el equipo sin crear peligro, al técnico de Osasuna sólo se le ocurrió utilizar el plan ‘b’ de la pasada jornada. Si había funcionado en Valladolid, por que no lo iba a hacer esta vez pensaría. Los minutos pasaron y el equipo siguió igual, hasta que en el minuto 86 realizó su primer cambio ofensivo dando entrada a Llorente, un delantero, por Rubén, un defensa. Con 4 minutos más la prolongación por delante, no dio tiempo ni a que el ariete guipuzcoano tocara el balón. Así que llegó la tercera derrota consecutiva en el Sadar.

Un entrenador como Mendilíbar, que conoce a la perfección a la plantilla tras dos años y medio en Osasuna, y que tiene experiencia de sobra en Primera división debería saber leer mejor los partidos. Si su plan inicial sale mal, el equipo pierde casi siempre, ya que no es capaz de cambiar un encuentro con las tres sustituciones. Eso es un problema porque Osasuna no es capaz de remontar partidos, y así es muy difícil.

El único consuelo que queda al equipo es que, de momento, hay cinco equipos peores, que tienen enfrentamientos entre ellos y que todo hace indicar que para el descenso van a hacer falta menos puntos que en anteriores años.